domingo, 11 de agosto de 2013

¿Estás bien? ¡Avisále a tu cara!


 
Breve introducción: Estoy con diagnóstico médico, lo que tengo es "discopatía degenerativa" 2 hernias discales y unos nervios que se punzan... bueno, eso. (y duele, mucho)
En estos días de estar en cama y bien quieta (cosa que me cuesta mucho) estoy aprendiendo y fortaleciendo muchas áreas de mi vida. Hace un par de días alguien me preguntó: “Todavía creés que Dios ama como decís?” Supongo que se refirió a mi estado actual de salud, pero me quedé con esa pregunta flotando en mi cerebro, no dudé en la respuesta, pero me di cuenta de que está más fuerte en mí esa creencia.

A lo que voy, sí, soy una persona cristiana, lo que no significa que sea perfecta; Dios sigue trabajando (y lo seguirá haciendo) en mi carácter y en toda mi vida.

En este tiempo me doy cuenta de que mi fe está completamente ligada a mi esperanza. Mi cristianismo no niega la realidad de la enfermedad y el sufrimiento, mi esperanza no se basa en la idea de que voy a ser “libre” del dolor y el sufrimiento; no, no es así, se basa en la firme convicción de que voy a triunfar ante el sufrimiento, en eso baso mi esperanza en Cristo, no en una simple ilusión o fantasía; mi esperanza cristiana está en pie, firme y serena.

¡Vamos! Hay que ponerle onda, esperanza y fe. Dios es bueno, soberano y tiene un propósito para todo. No voy a permitir que una enfermedad me robe el gozo, porque la fe en medio de la tribulación trae paz y gozo. Es un gran desafío muchas veces, pero yo quiero que mi actitud muestre eso… de eso se trata, ¿no?.

Si me vienen a ver, se van a dar cuenta de que yo estoy con planchita, y a veces me maquillo y estoy de buen humor a pesar del dolor, si, ok, estoy enferma, pero como digo en broma a mis amigos “el glamour debe estar presente”, es que si yo estoy convencida de que todo tiene un propósito y estoy bien, tengo gozo dentro del dolor... así que aplico: ¿estás bien? ¡Avisále a tu cara!